Sumérjase en la capital de Galicia, Santiago de Compostela.
Significa “Santiago del Campo Estrellado”. La capital de Galicia tiene un significado casi mítico en todo el mundo. También es el punto final del Camino de Santiago y cuenta con uno de los colegios más antiguos del mundo (fundado en 1495). Cada año, cientos de miles de peregrinos realizan el viaje. Su llegada pone fin a semanas, si no meses, de profunda introspección, impresionantes paisajes y más de un dolor. Puedo decir por experiencia personal que llegar a esta ciudad es una experiencia mágica, independientemente de que se vaya a pie o en avión.
Santiago es uno de esos lugares en los que se puede caminar sin rumbo durante días y aun así descubrir joyas ocultas. Abundan los muros encalados y la piedra vista, las tejas de color rojo rojizo y las tenaces palmeras. Las callejuelas empedradas y los estrechos pasillos están repletos de pequeñas tiendas, cafés y restaurantes donde los lugareños pasan el tiempo y agasajan a los hambrientos peregrinos con grandes bandejas de marisco e interminables jarras de vino. Explore el Mercado de Abastos de Santiago, un mercado histórico. El mercado de Santiago es un acontecimiento comunitario, un auténtico mercado organizado por los lugareños para los lugareños. Los puestos, muy concurridos, están atendidos por gigantescos carniceros y pescaderos con bigotes de morsa. Sentadas en taburetes y cubos volcados en la calle, señoras con delantal, piel de pasas y sonrisas de goma sacan guisantes de sus vainas y embolsan puñados de lo que sea de temporada. Este es probablemente mi lugar favorito de Santiago de Compostela.
Vista del interior románico de la Catedral de Santiago de Compostela. La aparición del culto al Apóstol Santiago de Compostela en el siglo IX otorgó a Galicia un significado simbólico especial entre los cristianos, que conservaría durante toda la Reconquista. Santiago se convirtió en un importante destino de peregrinos y el Camino de Santiago en una importante vía de peregrinación a medida que avanzaba la Edad Media, un conducto para la difusión del arte románico y las palabras y canciones de los trovadores. A lo largo de los siglos X y XI, Galicia fue dirigida ocasionalmente por sus propios reyes autóctonos, período en el que los nobles gallegos quedaron vinculados a la dinastía real.
Rianxo, un casco de oro de la Edad de Bronce procedente de Leiro Los primeros indicios de presencia humana en Galicia se descubrieron en la Cueva de Eirós, en el municipio de Triacastela, donde se conservaron restos de animales y artefactos líticos neandertales del Paleolítico Medio. La civilización megalítica, que se desarrolló a lo largo de las costas de Europa occidental durante el Neolítico y el Calcolítico, es la primera cultura que ha dejado importantes testimonios arquitectónicos. Se pueden encontrar miles de túmulos megalíticos por todo el país, aunque la mayoría se concentran en la costa.